Paseando por el camino que lleva a la ahora icónica residencia de Charles and Ray Eames del año 1949 en Pacific Palisades, California, es como entrar en otro mundo: un santuario lleno de árboles y flores, muy alejado de las calles de la ciudad. En una mañana fresca, la neblina llega desde el Pacífico y flota sobre el acantilado junto al océano donde se encuentra la casa. Esa neblina trae el sabor de la sal marina, que se mezcla con el aroma del eucalipto y flota a través del pequeño bosque de más de 200 árboles que pueblan el prado circundante.
Una obra maestra modernista
La casa en sí es como algo salido de un sueño o más bien, de las mentes juguetonas, pero pragmáticas de Charles y Ray. La pareja diseñó la casa como parte del programa Case Study House de la revista Arts & Architecture que puso a los arquitectos como reto diseñar casas que reflejaran el estilo de vida del mundo moderno mediante técnicas y materiales desarrollados durante la Segunda Guerra Mundial. En un informe de diseño publicado en la edición de diciembre de 1945, Charles escribió: “(La casa) en su relación libre con el suelo, los árboles y el mar, con una proximidad constante a todo el orden vasto de la naturaleza, actúa como un reorientador y amortiguador, debería proporcionar la relajación necesaria para apartarse de las complicaciones diarias que surgen con los problemas”.
El resultado, Case Study House No. 8, es una obra maestra modernista. La residencia y el estudio, cajas dobles de acero ubicadas en el acantilado, se componen exclusivamente de materiales listos para utilizar: vigas de acero pintadas de negro y paneles de vidrio intercalados con rectángulos de color blanco, dorado, rojo anaranjado y azul. Ubicada detrás de una hilera de eucaliptos, la precisión de la casa, sus formas geométricas y precisas, con los materiales de ingeniería se integran de manera fluida con la naturaleza. Las estructuras viven ligeramente en la tierra, aprovechan la sombra y la belleza de los árboles sin ser invasivas.
Preservación de la casa
La magia de la casa Eames y el paisaje se han mantenido bien desde que Ray falleció en 1988. Tras su muerte, la hija de Charles y Ray, Lucia Eames, mantuvo la casa con el apoyo de patrocinadores instituyentes, incluida Eames Office, Herman Miller y Vitra. En la actualidad, Eames Foundation es responsable de su cuidado y de las operaciones. A lo largo de los años, la Fundación ha trabajado con varias organizaciones como parte de su Proyecto de 250 años—el plan de la Fundación para garantizar que las generaciones futuras que visiten la casa puedan disfrutar de la misma experiencia auténtica que las personas de la actualidad.
“Para tener éxito con el Proyecto de 250 años, tenemos que abordar la conservación de la Casa Eames con un plan que tenga en cuenta las diferentes necesidades de las estructuras, los objetos y el paisaje, sin dejar de exhibir cómo Charles y Ray vivieron y trabajaron en este lugar”, dice Lucia Dewey Atwood, nieta de Charles y Ray y directora del Proyecto de 250 años de la Fundación Eames. “Debemos anticiparnos a las reparaciones. Pensar en las posibles soluciones para reemplazar el techo. Si uno observa las cosas desde una perspectiva de 250 años, es muy probable que tome decisiones diferentes de las que tomaría en un contexto de 20 años”.
En 2011, la Fundación Eames prestó el contenido de la sala de estar al Museo de Arte del Condado de Los Ángeles para una exhibición temporal. Esto brindó a la Fundación Eames la oportunidad de trabajar con Escher GuneWardena Architecture (EGA) y el Getty Conservation Institute (GCI) para realizar investigaciones e implantar los mejores métodos para abordar problemas de deterioro que eran urgentes.
El arquitecto Ravi Gune Wardena, quien ha preservado y renovado casas de otros arquitectos de mediados de siglo como Richard Neutra, A. Quincy Jones y John Lautner, afirma: “Cada una de estas casas tiene características muy específicas que tienen que ser estudiadas y tratadas de manera única. Sin embargo, lo esencial es desarrollar un sistema para investigar todos los materiales disponibles para cada casa, descifrar la intención arquitectónica de los constructores originales y documentar cada paso en el proceso de conservación para que alguien pueda seguir su metodología en el futuro”.
Este es exactamente el enfoque que han adoptado EGA, el GCI y los Eames desde el comienzo del proyecto de conservación, cuando reemplazaron las baldosas dañadas, repararon la estructura de acero de la casa y trabajaron con la firma de ingeniería Wiss, Janney, and Elstner Associates para reemplazar el techo.
Del árbol a la mesa
El trabajo de preservación también cubre el paisajismo. Para conservar su estado saludable, cada tantos años, la Fundación poda y ocasionalmente corta varios eucaliptos. Para reemplazarlos, la Fundación Eames promueve el crecimiento de plántulas fortuitas y planea plantar más árboles en el futuro.
Como administradores del legado del diseño sostenible de los Eames, Herman Miller y Vitra, los únicos fabricantes oficiales de muebles Eames originales, están tomando los eucaliptos talados tan en serio como Charles y Ray lo hicieron mientras diseñaban la casa a fines de la década de 1940 (hasta el punto de terminar la pared de su sala con madera de eucalipto). El trabajo en estrecha colaboración con la Fundación Eames, Herman Miller y Vitra ha producido tapas sólidas de eucalipto para una serie limitada de mesas Eames Eucalyptus LTR, disponibles en Norteamérica desde el 6 de septiembre, en Japón, a finales de octubre por medio de Herman Miller, y en Europa y Medio Oriente desde del 6 de septiembre por medio de Vitra.
Qué es lo siguiente
La extracción de árboles y la posterior creación de las mesas Eucalyptus LTR es solo una pequeña parte de un Plan de Manejo de Conservación (CMP, por sus siglas en inglés) más integral. “Parece especialmente pertinente que el CMP haya sido publicado este año: en el aniversario 70 de la casa”, dice Dewey Atwood. “Como una herramienta para cumplir la promesa del Proyecto de 250 años, el CMP nos proporciona una guía crítica a medida que preparamos un plan maestro para la conservación continua de todo el sitio”.
“El CMP comienza con la historia de la casa y su diseño, sus características físicas, y cómo la casa encarna el espíritu creativo de Charles y Ray”, dice Chandler McCoy, gerente de proyectos de GCI para el proyecto de conservación. “A partir de ahí, identifica lo que es importante de la Casa Eames (la arquitectura, la colección dentro de la casa y el paisaje circundante, que incluye los eucaliptos) y presenta políticas que protegerán su importancia. Estos tres elementos tienen que ser gestionados de manera adecuada”.
La importancia de este trabajo va más allá de la preservación de la Casa Eames. El aprendizaje del proyecto establece nuevos estándares para conservar las casas de mediados de siglo, por lo que el impacto del diseño de estas gemas históricas no se desvanecerá con el tiempo.
Lo que seguramente no se desvanecerá es el enfoque lúdico y colorido de Charles y Ray en el diseño y la vida, tan evidente en la Casa Eames y su paisaje. Con la investigación de vanguardia y el conocimiento del GCI, al igual que el apoyo continuo de socios como Herman Miller y Vitra, este legado seguramente prosperará y podrá ser disfrutado por muchos en años venideros. Si desea apoyar a la Fundación Eames y su trabajo continuo para preservar la Casa Eames, por favor, visite https://eamesfoundation.org/support/donations/