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Design Q & A Rolf and Mette Hay
Amy Auscherman, Directora de Archivos y Patrimonio de la marca de Herman Miller, y Rolf y Mette Hay, fundadores de HAY, se sentaron en las sillas negras alrededor de una mesa en el Statens Museum for Kunst en Copenhague.
En un día lluvioso en Copenhague, Amy Auscherman, Directora de Archivos y Patrimonio, y coeditora del libro de la marca Herman Miller, llamado A Way of Living, se encontró con Rolf y Mette Hay, fundadores de HAY para conversar en el Statens Museum for Kunst (Galería Nacional de Dinamarca) y luego pasearon por la tienda insignia de la pareja, HAY House.
Los tres tienen mucho en común: un profundo conocimiento de todos los objetos de diseño, una afinidad por los grandes diseños de mediados de siglo, y un lugar central dentro de la familia de marcas de Herman Miller Group. Cuando Herman Miller adquirió una participación mayoritaria de la empresa de Rolf y Mette en 2019, aumentaron las oportunidades para ambas empresas. Herman Miller ayudó a HAY a cruzar el charco, estableciendo su presencia en América del Norte, y HAY aportó el gusto y la vitalidad juvenil de Escandinavia a la oferta de Herman Miller Group.
Para Rolf y Mette, admiradores desde siempre de Herman Miller, unirse a la familia también significó cumplir un sueño que nunca habrían imaginado cumplir cuando fundaron la empresa de diseño danesa en el año 2002. “Recuerdo que estábamos frente a nuestros empleados luego del anuncio de asociación con Herman Miller, les comenté que teníamos un muy buen motivo por el cual sentirnos extremadamente orgullosos y que lo habíamos logrado juntos durante los últimos 18 años”, comenta Rolf.
El modelo de colaboración de HAY con algunos de los diseñadores más importantes del mundo para su línea de fabricación se refleja adecuadamente en la historia de diseño auténtico, autoría de Herman Miller. Tal como afirman Auscherman y los Hay en la conversación, abundan las similitudes entre las empresas.
Si bien las dos marcas, una situada en West Michigan y la otra en Dinamarca, pueden estar a un mundo de distancia, la relación fue fluida desde el comienzo. “El viaje desde Amsterdam a Detroit para luego llegar a Grand Rapids es un viaje largo, que toma aproximadamente 15 horas”, dice Rolf. “Pero eso no es realmente un problema ya que nos conectamos inmediatamente, y estamos muy alineados en cuanto al modo de pensar”.
Como Mette le comentó a Auscherman en el café SMK, “Este es solo el comienzo de una larga relación”.