Tanto una exploracion del racionamiento detrás de su nueva AGL Table Group así como la inspiración para el proceso de disenio en general , las observaciones de Ransmeier, grabadas de una conversación, y las imágenes de Wood que acompañan a las mismas sirven como un testamento a las formas en que las personas reaccionan positiva y negativamente al diseño (o a la falta de diseño) e, intrínsecamente se acomodan a los espacios en los que viven y trabajan que, hoy en día, son más ilimitados que nunca.
IN SITU
A grandes rasgos, la ergonomía como ciencia proviene de la buena voluntad de las personas de crear objetos diseñados para adaptarse a los cuerpos. Aunque a veces se necesita algo más. Solo a través de la experiencia se pueden crear objetos que son verdaderamente importantes para las personas. Adaptamos nuestros cuerpos y nuestras vidas a los objetos que tenemos, y esto es algo muy importante que debemos de tener en cuenta. Por supuesto, cuando uno se involucra en el proceso de diseño, empiezas hacer muchas preguntas. ¿Por qué los objetos tienen una determinada forma? ¿Por qué lo usaron de esa manera? ¿Cómo se podrán embellecer o hacer más cómodos? Aprender como mirar y ser atento es uno de los aspectos más importantes de un buen diseñador.
En el estudio, tenemos una lista no oficial de cosas divertidas sobre las que todos, en el mundo occidental, tenemos una opinión, cosas como sofás, papas fritas y perros. Las mesas no están en la lista porque están muy arraigadas en nuestras vidas: sentarse a la mesa es una parte fundamental de nuestra postura occidental. La razón por la cual tenemos una opinión sobre los sofás es porque los sofás están relacionados con la comodidad, y todos tienen una opinión formada al respecto. Las mesas también están relacionadas con la comodidad, pero esa comodidad es específica en relación con las proporciones de nuestros cuerpos y el tamaño de las sillas en las que nos sentamos. Por ejemplo, la altura estándar de una mesa de comedor o escritorio deriva de su relación con la silla, que deriva de la distancia entre sus rodillas y el suelo cuando está sentado. Podría decirse que la altura de una mesa ha evolucionado con la longitud de la tibia de las personas.
Los muebles son increíbles en el sentido de que, cuando alguien se muda a un departamento vacío, prácticamente no sabe qué hacer. No podrá relajarse hasta que dé una vuelta y termine por sentarse en el suelo. Muchas culturas en el mundo se sientan en el suelo o sobre una alfombra, y eso parece funcionar para ellos. De muchas maneras, fabricamos nuestras necesidades. Como occidentales, estamos tan acostumbrados a las sillas y las mesas que las convertimos en una necesidad. Recientemente, hablé con un diseñador que me contó que su compañía había incorporado áreas de colaboración tipo lounge en algunos de los espacios que habían diseñado para clientes, pero que debieron retirarlas porque los clientes no podían trabajar sin mesas. Las personas necesitan esa superficie. Es impensable una oficina arquitectónica sin una mesa grande. ¡Se tienen que apoyar los planos en algún lugar!
SUPERFICIES ADAPTABLES
El tema con los muebles es que si no es una cosa, es otra. Si una silla no se usa para sentarse, se convierte en una mesa, y si una mesa no se usa como tal, se convierte en un asiento. Hemos tomado el ferry de Staten Island para buscar mesas, pero casi no encontramos ninguna. Sin darnos cuenta, encontramos un motivo para hablar sobre ellas, porque cada superficie plana, por más pequeña que sea, termina usándose como mesa. Es solo un ejemplo de cómo, en un entorno público, si existe una superficie plana, servirá para apilar escombros.
En la ciudad de Nueva York, no existen muchos espacios donde el público se pueda reunir y usar mesas y sillas. Existen muchos bancos y mesas de picnic con bancos incorporados, pero son fijas y menos flexibles. Una mesa con sillas independientes y livianas, puede moverse a cualquier lugar y es una experiencia muy diferente y prácticamente no se ve en espacios públicos. La Biblioteca Pública de Nueva York es una obra de arquitectura elegante e increíble donde se encuentran muebles muy bien construidos, y es uno de los pocos espacios donde es posible encontrar personas sentadas y leyendo usando mesas. También es el espacio donde se encuentra uno de los tomacorrientes más hermosas que he visto, sobre el tablero de la mesa y hecha con bronce incrustado. Pero, por supuesto, ¡tenían que hacer un hueco en el medio de la mesa! Muchas de las mesas grandes con tomacorrientes en el mercado tienen orificios, pero una vez que se hace un orificio en el medio de la mesa, nunca volverá a ser la misma. Es mucho mejor pensar en una mesa como una superficie ininterrumpida. Es más agradable. [Los tomacorrientes sobre las mesas] también implican un desorden de cables visibles. El cargador de su computadora no tiene nada que ver con la experiencia al usarla, ni siquiera debería estar en su visión periférica. Solo se toca para enchufarlo.
Para AGL, el objetivo principal de colocar una bandeja con tomacorrientes al borde de la mesa es crear un acceso a la energía en el espacio personal del usuario y hacerlo de una manera que sea intuitiva, cómoda y útil. Si los avances tecnológicos en baterías y cargadores hacen que la conexión eléctrica sea obsoleta, podemos retirar las bandejas y la mesa sigue siendo útil. Después de todo, no vamos a dejar de necesitar mesas en el corto plazo.
LA REALIDAD DEL ESCRITORIO VIRTUAL
Siempre me impresionan las personas que pueden sentarse en una cafetería a escribir una disertación o tesis. Personalmente, me gusta trabajar en mi oficina, me gusta tener mis libros. Me gusta tener mi escritorio, mi computadora, mis herramientas. Sin embargo, muchas personas solo necesitan unos auriculares y una superficie plana en donde apoyar su computadora. Esa simplicidad es admirable, y dice mucho de nuestros cuerpos y de la tecnología que hemos diseñado. La laptop es maravillosa, pero no está diseñada para estar sobre sus piernas...se calienta y es incómoda. Deberían llamarlas computadoras de mesa compactas en lugar de laptops, porque para poder trabajar de manera eficaz en una laptop se necesita una mesa. Un iPad es verdaderamente una computadora portátil.
De alguna manera, cuando una persona se sienta en una superficie sosteniendo un iPad, se está llevando su escritorio con ella. He visto un discurso de Bruce Sterling en la conferencia Eternally Yours en Holanda en 2003, y en un punto decía que la tecnología está moldeándonos hasta el punto que ahora los niños presionan los botones de los ascensores con sus pulgares. Pensé que eso era interesante. El gesto de una persona sosteniendo un dispositivo como una tableta o un smartphone probablemente tenga menos de 10 años y ahora es casi universal. Ella no está usando una mesa, sino más bien, está creando su propia mesa.
Con la tecnología u otros dispositivos, la forma es menos importante porque la interfaz es digital. Las computadoras pueden tener diversas formas y quizás todas se ven muy similares porque los equipos de diseño, alentados por la comercialización, son más conservadores. La forma de los muebles depende mucho más de la relación con el cuerpo. Es difícil ocultar una silla, y algunas personas lo han intentado. Cuando los objetos adquieren una determinada altura o tamaño y una proporción específica, el usuario sabe de qué se trata y los usará. Incluso si un objeto no ha sido diseñado con un fin específico, aun si es una roca al costado de la calle, podemos sentarnos allí.