Volver a pensar en el aula

Educadores, investigadores y alumnos están descubriendo los beneficios y las ventajas del aprendizaje cooperativo, activo y comprometido. Los espacios en el aula que respaldan ese cambio en la enseñanza y el aprendizaje han quedado atrás. Existe una oportunidad significativa de maximizar las oportunidades de aprendizaje y crear experiencias importantes al volver a pensar la experiencia en el aula.

"El aprendizaje no es un deporte para espectadores. [Los estudiantes] deben hablar, escribir al respecto, relacionarlo con experiencias anteriores y aplicarlo a su vida cotidiana. Deben incorporar aquello que aprenden". —Chickering y Gamson

Lograr que los estudiantes mantengan el compromiso es quizá el paso más importante en la creación de resultados de aprendizaje exitosos. La Community College Survey of Student Engagement (CCSSE, Encuesta de compromiso de los estudiantes del Instituto de enseñanza superior) de la Universidad de Texas en Austin estima que solo una parte de los estudiantes universitarios regresan para cursar el segundo año, y muchos abandonan antes de completar el primer semestre. Cada año, la CCSSE realiza un sondeo sobre los estudiantes para identificar las causas de desgaste y encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de alto riesgo de los estudiantes. Entre los puntos de referencia que mide la CCSSE se encuentran los niveles de aprendizaje activos y colaborativos que se desarrollan.

Un artículo sobre aprendizaje cooperativo en la enseñanza superior publicado en la revista Change ofrece pruebas convincentes respecto de los beneficios del aprendizaje de colaboración y los métodos de aprendizaje. "Los estudiantes universitarios que obtendrían un puntaje de percentil quince en aprendizaje competitivo, obtendrán un percentil sesenta y nueve al realizar un aprendizaje cooperativo; los estudiantes que obtendrían un percentil cincuenta y tres al aprender a nivel individual obtendrán un percentil setenta al hacerlo de manera cooperativa". Las medidas usadas en la investigación incluyeron la adquisición de conocimientos, retención, precisión, creatividad en la resolución de problemas y razonamiento de nivel elevado. Estos son resultados que señalan el aprendizaje exitoso y una experiencia universitaria de alta calidad.

Qué sabemos

El diseño del aula tiene influencia sobre los niveles de interacción y compromiso. El compromiso y el aprendizaje activo mejoran la retención.

Un estudio proveniente de National Training Laboratories realizado en el año 2000 reveló que aproximadamente solo se retenía el 5 % de la información impartida a través de la lectura. Compare ese dato con las tasas de retención del 50 % para el grupo de discusión y el 70 % para la práctica cooperativa. Y la tasa de retención para los estudiantes que enseñan a otros es incluso más elevada, del 80 %.

Sófocles, filósofo griego, ya lo sabía en el siglo V a. C. cuando escribió: "Uno debe aprender llevándolo a la práctica, por más que pienses que lo sabes, no tienes la certeza hasta que lo llevas a la práctica". La sabiduría de esa antigua perspectiva se reflejó en la investigación realizada recientemente por Herman Miller en el Estrella Mountain Community College (EMCC). El sesenta y cuatro por ciento de los estudiantes encuestados dijo que "el aprendizaje mediante la práctica" era su estilo de aprendizaje preferido.

Alexander Astin, profesor emérito de la Universidad de California, Los Angeles, advierte cuáles son los cambios que requiere la enseñanza en un aula de aprendizaje activo. Los maestros se centran menos en lo que hacen ellos y más en lo que hacen los estudiantes. Los maestros saben cuál es el grado de motivación de los estudiantes y cuánto tiempo y energía dedican al proceso de aprendizaje. "La participación de los estudiantes", dice Astin, "no enseñar recursos o técnicas, se ha convertido en una preocupación para los instructores".

Astin continúa con su observación respecto del rol de la motivación. La motivación y la participación de los estudiantes se convierte en la preocupación del maestro. Esto sugiere un cambio significativo a partir de los resultados pedagógicos tradicionales.

El diseño en el aula puede ayudar a desarrollar habilidades para la vida y el trabajo más allá del aula. El aprendizaje autodidacta y la resolución de problemas colaborativa son habilidades esenciales para el éxito.

Cómo los estudiantes aprenden a desarrollar habilidades esenciales para la vida más allá del aula. La Liga para la innovación en el Instituto de Enseñanza Superior identificó resultados para los estudiantes del siglo XXI. Entre los resultados se incluyeron habilidades de comunicación, diversidad y pluralismo, pensamiento crítico y resolución de problemas, habilidades interpersonales entre las que se incluyen el trabajo en equipo, la gestión de relaciones, la resolución de conflictos, las habilidades en el lugar de trabajo y las habilidades personales para manejar cambios, aprender a aprender y la responsabilidad personal.

Según Roger Yohe, director del Centro de Enseñanza y Aprendizaje de EMCC, "No se trata de lo que el alumno sabe, sino de lo que puede hacer con ese conocimiento. En el caso del trabajo grupal, existen muchas pautas sociales. No tienes los comportamientos indebidos o las distracciones que pueden existir en la enseñanza educativa. Los grupos pequeños tienen a los miembros bajo control. Es un aprendizaje comunitario. Los estudiantes consultan a sus compañeros en primer lugar y luego a su maestro".

El diseño en el aula puede aumentar los niveles de interacción entre el estudiante y los profesores a través de medios formales e informales.

Cuando los maestros se desplazan por el aula libremente y se conectan fácilmente con el estudiante que se esfuerza por aprender o preguntar algo, el nivel de interacción mejora significativamente. Astin afirma que la interacción regular con los profesores está más relacionada con la "satisfacción con el colega que con cualquier otro tipo de participación". Los estudiantes que interactúan con sus maestros tienen mayor probabilidad de expresar satisfacción general con sus experiencias educativas. Cuanto mayor es la interacción entre estudiantes y profesores, mejores son los resultados.

Las aulas cómodas, física y psicológicamente, promueven una sensación de bienestar, mantienen la concentración y limitan las distracciones.

La comodidad no siempre es un fenómeno cuantificable. Pero sabemos que cuando las personas no se sienten cómodas, se distraen más fácilmente. La temperatura, la iluminación y los mobiliarios desempeñan un papel fundamental en la comodidad de las personas. La comodidad psicológica también es importante. Los entornos que son intimidantes o poco acogedores influenciarán en la minuciosidad del aprendizaje que pueda producirse.

Herman Miller ha investigado los efectos de la comodidad en el lugar de trabajo. Esos hallazgos indican que conceder a las personas algún control sobre sus alrededores aumenta su sensación de bienestar. Cuando se suministran los mobiliarios y las áreas de trabajo ergonómicamente diseñados, la capacidad para mantenerse centrado y trabajando mejora. En un sentido, un entorno cómodo despeja la mente de las distracciones que impiden el trabajo o el aprendizaje que debe incorporarse.

Las respuestas de las autoridades y el personal del Estrella Mountain Community College no dejaron duda de que los talleres de aprendizaje ofrecían entornos más positivos para el aprendizaje y la enseñanza que las aulas tradicionales.

La diversidad entre la población estudiantil es cada vez mayor. El desafío para los colegas es crear aulas que puedan ser lo suficientemente flexibles para adaptar esta diversidad y mejorar la experiencia de aprendizaje para todos los estudiantes, independientemente de sus antecedentes y objetivos educativos.

Por consiguiente

El objetivo del diseño del aula es enriquecer el crecimiento económico, psicológico y sociológico. El diseño de tales espacios debería ser intencionalmente casual y evitar los comportamientos prescriptivos y restrictivos, tanto para maestros como para alumnos. El diseño de los espacios de aprendizaje debería aumentar los niveles de participación, fomentar el aprendizaje y la enseñanza activa, y respaldar los objetivos de aprendizaje de los establecimientos de educación superior.

Desafío

Si el aprendizaje y la enseñanza activa y colaborativa son más eficaces que los métodos de clase y aprendizaje a nivel individual, ¿por qué los entornos del aula no cambiaron para respaldarlos? En los entornos competitivos, dirigidos por el instructor, esto da como resultado puntajes de mejor retención y mayor desgaste, ¿por qué los estudiantes siguen sentándose en escritorios inamovibles, como soldados en fila, según lo observó un profesor de instituto de enseñanza superior, en lugar de estar organizados de manera grupal en mesas o sentados en una disposición circular? ¿Por qué las aulas no evolucionaron para respaldar la enseñanza cinética y el aprendizaje dinámico?

La dificultad para responder estas preguntas radica en el hecho de que las instituciones deben alinear muchos elementos diferentes. Incluyen los métodos de aprendizaje y enseñanza de investigación y las tendencias culturales y sociológicas, la comprensión de las necesidades de maestros, estudiantes y administradores, y la determinación de cómo los objetivos compartidos de los interesados pueden lograrse mejor en los espacios de aprendizaje a través de un campus.

Cumplir exitosamente el desafío de la creación de entornos de aprendizaje activos y participativos requiere de visión, diseño e implementación colaborativos a partir de un equipo dedicado que aporta talentos y especialistas diversos al trabajo para lograr soluciones innovadoras.

Solución

Un ejemplo del esfuerzo integral es crear espacios que fomenten la participación, el aprendizaje y la enseñanza activos que se producen en EMCC. Situado en el oeste del área urbana de Phoenix, Arizona, EMCC es miembro del Distrito Universitario del Condado Maricopa, el distrito universitario más grande de la nación.

Con una próxima iniciativa en la construcción significativa, los directivos de EMCC comprometieron a varios instructores, estudiantes y personal para ayudar a enmarcar las necesidades que podrían satisfacerse en las instalaciones nuevas y renovadas. Herman Miller y su distribuidor local, Goodmans Interior Structures, realizaron su contribución para completar al equipo que sería el responsable de desarrollar una experiencia de aprendizaje holístico.

La sociedad aportó una amplia experiencia y trayectoria. Y tienen algo en común: un deseo de dejar de lado el pensamiento convencional sobre el diseño del aula. Como parte de su trabajo inicial, realizaron encuestas a los académicos para conocer un poco más sobre los métodos que usan en el aula. Los académicos calificaron la "creación de un foro para el diálogo abierto y libre entre los estudiantes y el maestro" como su estilo de enseñanza más común. Y, en segundo lugar, "brindar un estímulo educativo y facilitar el descubrimiento".

Para tratar esas necesidades, el equipo usó tres principios a modo de guía en este pensamiento:

1.  Una institución tiene el poder para crear espacios que promuevan el éxito de los estudiantes y fomenten la enseñanza y el aprendizaje.

2.  La creación de espacios nuevos permite que una institución trate las necesidades y expectativas cambiantes de estudiantes y profesores.

3.  Los espacios de aprendizaje no pueden limitar o recomendar un determinado estilo de enseñanza o aprendizaje.

El principal desafío del equipo fue volver a pensar en los espacios del aula, ya que estos lugares podrían influenciar inmediatamente un cambio deseado en los métodos de aprendizaje y enseñanza. ¿De qué manera el diseño de un aula respalda el aprendizaje colaborativo y activo, compromete a estudiantes y profesores, ofrece medios para interactuar entre estudiantes y profesores, y desafía y respalda a los estudiantes?

Claramente, la respuesta a esas preguntas no provino de los cambios crecientes a los modelos de aula existentes. Pensar en términos de "talleres de aprendizaje" sirvió para describir no solo para los atributos del espacio físico, sino también el cambio de paradigma hacia un aprendizaje y enseñanza comprometidos.

El equipo inicialmente creó dos prototipos de estudios de aprendizaje. El diseño y la creación de estos dos espacios tomó aproximadamente dos meses desde la planificación hasta la creación. No obstante, el experimento brindó a EMCC lo que necesitaba para afirmar la dirección del movimiento desde los espacios del aula tradicional hasta los talleres de aprendizaje.

Varios meses después del uso exhaustivo de los talleres de aprendizaje, Herman Miller encuestó a estudiantes y profesores de EMCC que aprendieron y enseñaron en esos espacios. Herman Miller estaba interesado en comparar y contrastar las aulas tradicionales con los talleres de aprendizaje. Los métodos de investigación incluyeron grupos de enfoque con estudiantes y profesores, entrevistas con profesores y entrevistas con administradores. También se realizó una encuesta cuantitativa en línea para estudiantes y profesores.

Los alumnos y profesores que experimentaron los talleres de aprendizaje tuvieron respuestas predominantemente positivas. Especialmente, fueron los profesores quienes expresaron su gratitud por los talleres de aprendizaje como un paradigma aconsejable para las posibilidades de aprendizaje experimental y constructivista.

Niveles de interacción y participación

La flexibilidad intencional de los talleres de aprendizaje respalda múltiples estilos de enseñanza y aprendizaje. Sin un diseño prescriptivo, los maestros pueden impartir clases, dirigir debates o facilitar el aprendizaje grupal o práctico.

Las mesas de la cartera de productos Mobile Intersect y las sillas Caper permiten que alumnos y maestros organicen el aula para adaptarla según el objetivo o la preferencia. Sillas dispuestas en círculo para un debate de toda la clase o mesas de seis para proyectos de grupos reducidos que pueden configurarse en el mismo espacio para respaldar diferentes estilos de aprendizaje y enseñanza.

Los productos de visualización móvil de la cartera Intersect pueden moverse hacia donde se los necesite. Las pizarras blancas más grandes rápidamente pueden dividir un solo espacio más grande en áreas para grupos más pequeños.

El acceso inalámbrico a través de los espacios permite que los estudiantes se muevan, junto con sus equipos portátiles, hacia donde lo deseen o donde quieran estar. El reemplazo de las computadoras de escritorio por computadoras portátiles ha elevado los niveles de participación. Los estudiantes interactúan frecuentemente y hay más información disponible para compartir, en gran parte porque los estudiantes no están amarrados u ocultos detrás del monitor de una computadora.

Dado que los talleres fomentan las relaciones directas y conversacionales, ayudan a evitar la pasividad y el aislamiento asociado con las aulas tradicionales.

Expectativas de participación y responsabilidad

La naturaleza dinámica y adaptable de los talleres de aprendizaje agrega un elemento de sorpresa. Las oportunidades imprevistas que crean la movilidad del espacio también se traduce en una perspectiva nueva respecto de lo que podría ser la clase en un día determinado. Esto se contrasta con la predictabilidad y la falta de movilidad de los bancos en fila de un aula tradicional.

Los profesores de EMCC respondieron favorablemente a las maneras en que los talleres de aprendizaje fomentan la independencia a través de la actividad grupal. El espacio amplio aloja grupos de trabajo por temas de interés, brinda flexibilidad para reconfigurar el mobiliario y el espacio y permite revelar toda la información mostrada en la investigación de seguimiento. Los profesores también dieron calificaciones muy elevadas a la posibilidad del taller de enseñar a los alumnos a tomar las riendas de su propio aprendizaje. Maestros y alumnos por igual tienen la posibilidad de dar forma al entorno de aprendizaje.

Roger Yohe, de EMCC, explora con los profesores sobre cómo pueden elevar la participación y generar responsabilidad entre los estudiantes. "Necesitamos centrarnos menos en las presentaciones y más en el aprendizaje de los alumnos. Eso es aprendizaje activo. Nuestro trabajo no es solo enseñar la teoría a los estudiantes, sino también mostrarles cómo se aplica. Cuando nuestros alumnos cuentan con las herramientas para aprender, comprenden que deben responsabilizarse por su uso".

Los talleres de aprendizaje también mejoraron el respaldo entre compañeros. Si se los compara con las aulas tradicionales, los talleres de aprendizaje brindaron colaboración grupal más relajada y menos intimidante, y a la vez brindaron un desafío académico. Al responder la encuesta, los estudiantes dijeron que comenzaron a formar grupos de estudio por su cuenta o que podrían cambiar de compañeros con mayor frecuencia para solicitar ayuda dado que la interacción y la participación se convirtieron en comportamientos naturales.

El diseño del taller de aprendizaje también ayudó a desarrollar una sensación de identidad y pertenencia. Los estudiantes dijeron que la disposición frente a frente de mesas y sillería en los talleres de aprendizaje posibilitó la presentación mutua en las mesas, hablar sobre asignaciones o compartir preguntas.

Habilidades para la vida y el trabajo más allá del aula

El diseño de los talleres de aprendizaje desarrolla intencionalmente una atmósfera de equipo de trabajo, una atmósfera en la que la gestión de relaciones y la resolución de problemas se produce regularmente. Mesas en lugar de escritorios individuales, disposición espacial orgánica en lugar de lineal, métodos de enseñanza basados en el debate frente a métodos basados en lecciones... todo esto puede promover las habilidades de comunicación, el trabajo en equipo y la gestión de relaciones.

Cada estudiante es un líder en una clase que respalda el trabajo en grupos pequeños, la colaboración y la experimentación. El instructor no es el único líder. "La descentralización de la zona del maestro" es como uno de los profesores de EMCC describió una de las funciones del diseño del taller de aprendizaje. El taller de aprendizaje también descentraliza el rol del maestro. Las concesiones mutuas son una experiencia esencial para los estudiantes cuando dejan el campus y también una experiencia en la que el profesor desempeña su rol en cuanto al desarrollo.

Los estudiantes encuestados comentaron cómo el diseño del espacio influenció el aprendizaje autodidacta al

• permitir una mayor participación en las actividades grupales,
• ayudarles a crear un entorno que era más comprensivo en cuanto a decir lo que uno piensa y a participar en debates, y
• facilitarles el acceso a la tecnología para respaldar la investigación y las actividades de aprendizaje dinámico.

Interacción a través de medios formales e informales

Para muchos estudiantes de EMCC, las oportunidades para interactuar con los profesores se producen principalmente en el aula. El desplazamiento diario y las exigencias del trabajo y el hogar significan que muchos estudiantes asisten a clase y luego se retiran del campus, de manera que las interacciones entre profesores y alumnos que se producen dentro de los talleres de aprendizaje son vitales.

Las configuraciones de aula tradicionales crean jerarquías tácitas en las que los estudiantes elocuentes y seguros se sientan adelante y reciben más atención individual a la vez que los estudiantes silenciosos y tímidos se ubican en la parte trasera y evitan la interacción con maestros y otros estudiantes. Los estudiantes dicen que se sienten más a gusto al hablar porque las disposiciones del taller de aprendizaje son informales. Las conversaciones fluyeron más fácilmente cuando el aula era más colaborativa y cuando los maestros se trasladaban de un lado a otro libremente.

Las consideraciones de diseño también desarrollaron oportunidades individualizadas entre profesores y alumnos. Las sillas acolchadas Celeste, los taburetes Covey y las superficies de trabajo de pie Resolve crean áreas para conversaciones individuales y sesiones más reducidas.

Comodidad psicológica y física

Tal como sucede en varios institutos de enseñanza superior, EMCC tiene un gran porcentaje de estudiantes de alto riesgo. Incluye a una población de estudiantes de primera generación, muchos de los cuales tienen muy poco respaldo por parte de su familia. Un número de estudiantes también tiene poca experiencia educativa formal o se matricula varios años después de haberse alejado de la educación formal. La creación de un entorno que reciba, invite y promueva una sensación de bienestar puede ayudar en la difícil transición e influenciar resultados exitosos.

Las respuestas brindadas por los estudiantes encuestados indican que la atmósfera de los talleres de aprendizaje se complementa con las expectativas de una educación superior. El mobiliario y el entorno les transmitió un nivel de profesionalismo, confianza y valor que las aulas tradicionales no ofrecían. La impresión que recibieron: La institución nos respeta y valora. Los estudiantes describieron los talleres de aprendizaje como "acogedores" y "relajantes". Ante los desafíos que enfrentan los institutos de educación superior desgastados, estas impresiones positivas pueden ayudar a disminuir las tasas de fracaso escolar.

La comodidad física también es importante. Los productos dentro de los talleres de aprendizaje están diseñados ergonómicamente para brindar comodidad y respaldo. Por ejemplo, los estudiantes comentaron que las sillas Caper eran cómodas y no tensionaban su espalda incluso después de dos horas de clase.

El diseño abierto de los talleres de aprendizaje crea un ambiente más cómodo. Los estudiantes sienten que pueden dejar sus pertenencias y mover sus sillas. Las configuraciones de las salas también son variadas, con herramientas de visualización utilizadas en todo el espacio. Los estudiantes no tenían que esforzarse para ver cosas ni sentían que estaban demasiado cerca o lejos, como sucedía en una configuración de aula tradicional. Los profesores mencionaron la amplitud del espacio y las configuraciones del mobiliario que les permiten caminar libremente por el aula, sin tener que escurrirse entre pasillos angostos.

La integración de características de entornos naturales con los talleres de aprendizaje también es un objetivo del diseño. La combinación de formas, patrones, colores y superficies duras y blandas brinda variedad y sorpresa a los espacios, y ayuda a crear espacios estimulantes de aprendizaje. La mesa butterfly de la cartera de productos Intersect tiene una forma suave que brinda un equilibrio con las mesas rectilíneas. Las pantallas Resolve agregan un elemento más flexible a los componentes estructurales de los talleres. Algunos talleres tienen sillas acolchonadas para facilitar la interacción personalizada entre estudiantes y profesores.

En el caso de EMCC, el piloto inicial de dos espacios derivó en la construcción de 22 talleres de aprendizaje adicionales en el campus. La renovación y actualización de los espacios existentes sigue basándose en el éxito visto hasta el momento. De todas formas, el principio de diseño operativo para estos nuevos talleres de aprendizaje sigue siendo la flexibilidad radical: El espacio, el mobiliario y la tecnología están hechos para cambiar sobre la marcha. Esta flexibilidad no solo hace que la sala sea más adaptable, sino que también aumenta el compromiso entre estudiantes y profesores al crear espacios de aprendizaje prácticos y dinámicos.

Según las palabras de un administrador de EMCC: "Un buen diseño soluciona problemas. Si los diseños de nuestros espacios no permiten que maestros y alumnos interactúen de maneras significativas, ¿por qué venir a EMCC? Necesitamos desempeñarnos como defensores del aprendizaje y la enseñanza de manera que nuestras instalaciones se conviertan en verdaderos espacios de aprendizaje".

La sociedad de EMCC, Herman Miller y Goodmans derivó en un enfoque colaborativo, que resuelve problemas y permite planificar y diseñar talleres de aprendizaje. Demuestra de qué manera el éxito deriva del intercambio de experiencias, ideas y participación de un equipo diverso y creativo, que no difiere de las experiencias de maestros y alumnos en talleres de aprendizaje.