Algunas personas argumentan que al combinar las métricas de LEED con los elementos biofílicos esenciales es posible alcanzar una sustentabilidad duradera, un entorno integrado que consume menos incluso cuando da energía a las personas que lo usan. Al adoptar técnicas comprobadas para crear interiores que nos conectan con nuestros instintos naturales, los diseñadores pueden lograr espacios que ayudan a las personas a sentirse y trabajar mejor.
Rosalyn Cama es presidente de Cama, Inc., una empresa de diseño y planificación de interiores que está inmersa en el diseño basado en la evidencia. Cuando habla con los grupos de A&D sobre el siguiente desafío para el diseño de edificios "ecológicos", le gusta contar la historia de cómo abrió la convención nacional en Nueva York con un experimento contundente.
"En mi mundo de diseño del cuidado de la salud", dice Cama, "el principal objetivo es reducir el estrés. Entonces, ante una audiencia de 700 diseñadores, dije: «Imaginen un momento estresante de su pasado reciente. Si pudieran escaparse a algún lugar del mundo que los ayudara a reducir su ansiedad, ¿dónde se irían?». Después de brindarles un momento para reflexionar, les pedí que pensaran sobre los elementos de ese medio ambiente, las funciones que contribuyen a su calma, su sensación de bienestar".
"Luego, les pedí que levantaran la mano si el lugar era en un entorno interior, urbano. Ni una sola persona levantó la mano. Cada persona en la audiencia pensó en espacios al aire libre. Desde entonces, durante los últimos 13 años, repetí el experimento innumerables veces, y el 95 por ciento de las personas recordaron un espacio al aire libre".1
Estos resultados no sorprendieron a Betty Hase, una colega profesional de Cama. Hase es Líder de Aplicaciones y Conocimiento avanzado en Herman Miller. Hase, una antigua defensora del diseño "biofílico" (creación de entornos urbanos que "incorporan ideas de selección de hábitat, preferencias de medio ambiente, y los lazos psicológicos y emocionales entre las personas y los lugares") considera que estamos al borde de desarrollar un envase económico y medioambiental para el diseño basado en el medio ambiente. Según su opinión, representar las preferencias de los humanos de un hábitat natural en un entorno urbano a través de la imitación es el próximo paso lógico de un movimiento de diseño ecológico.
"Puedes diseñar un edificio totalmente sustentable que cumpla con todos los estándares de LEED pero que ignora la profunda necesidad humana del contacto con la naturaleza", dice. Lo realmente poderoso es que puedes hacer ambas cosas: crear espacios ahorradores de energía que también incorporen características naturales para ayudar a las personas a sentirse cómodas e inspiradas, realmente vivas y comprometidas con los lugares donde trabajan, aprenden y curan. Y eso reduce el estrés".
Un entorno natural
El concepto de diseño biofílico surgió hace varias décadas en respuesta al libro Biophilia (Biofilia) del biólogo E.O. Wilson. "Biofilia" literalmente significa "amor por la vida", pero Wilson y Stephen Kellert, profesor de Yale, expandieron la idea de incluir las necesidades humanas básicas que evolucionaron (y se satisfacen) a través de la conexión con el mundo natural.2
En relación con esta idea se encuentra la siguiente teoría: dado que evolucionamos a partir de la sabana africana, ese entorno sigue siendo el hábitat natural preferido por los seres humanos, independientemente de la cultura o el país. Si bien la mayoría de nosotros pasamos nuestros días viviendo y trabajando (y cada vez más jugando) en entornos creados por el hombre, seguimos buscando funciones clave de nuestro entorno ancestral que ayudaron a la supervivencia y mejoraron nuestro bienestar.
Sustento neurológico
Cada vez más, las investigaciones demuestran que el diseño basado en la naturaleza tiene el potencial para reducir el estrés en todo tipo de entornos urbanos. Una revisión de 2011 del International Journal of Environmental Health Research recopiló resultados de varias disciplinas diferentes para desarrollar 12 "recomendaciones de contacto con la naturaleza basadas en la evidencia" con el fin de "crear lugares saludables". Entre ellas se encuentran:
- cultivar suelos para visualizar
- mantener jardines medicinales
- aceptar animales en el interior
- iluminar habitaciones con luz natural resplandeciente
- brindar una visión clara de la naturaleza exterior
- exhibir una fotografía de la naturaleza y una obra de arte de naturaleza realista3
Además de los beneficios para la salud, existen indicaciones respecto de que posiblemente la atención, el aprendizaje y la función cognitiva mejoren gracias a un diseño basado en la naturaleza. Varios estudios han analizado el impacto del contacto con la naturaleza en lo que los psicólogos medioambientales (y pioneros en el rubro), Rachel y Stephen Kaplan definieron como "la recuperación de la atención"4: "la capacidad para reactivar el esfuerzo mental después de un período de trabajo intenso".5 La posterior investigación por parte de los Kaplan y otras personas ha demostrado que el contacto con la naturaleza, aunque solo sea mirar a través de una ventana, mejora el funcionamiento cognitivo.6
Por ejemplo, en un estudio reciente de personas que estaban "mentalmente fatigadas" después de completar tareas demandantes a nivel cognitivo, a quienes se les mostraron seis minutos de "imágenes reconstituyentes" (fotografías de entornos naturales) tuvieron tiempos de reacción más rápidos, más respuestas correctas y mayor recuperación de la memoria que quienes observaron fotografías de imágenes urbanas durante la misma cantidad de tiempo.7 En un estudio similar con niños diagnosticados con trastorno de hiperactividad con déficit de atención, los estudiantes evaluados luego de caminar en un área arbolada se desempeñaron mejor en tareas de concentración que quienes fueron llevados a caminar por la ciudad.8
Mientras tanto, los nuevos instrumentos para medir la actividad del cerebro brindan otro tipo de evidencia respecto de que el funcionamiento cognitivo es influenciado de diferentes maneras por entornos urbanos y naturales. Los investigadores que usan imágenes de exploración de resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) para observar patrones de activación cerebral en personas que visualizan fotografías de escenas naturales o urbanas descubrieron que los dos tipos de imágenes activaron partes muy diferentes del cerebro. Además, las medidas que usan un "Sistema de detección de posición ocular" descubrieron muchas menos "fijaciones de los ojos", mientras que la visualización natural, en contraposición con los esquemas urbanos, sugiere que es menos probable que el primero sobrecargue los "caminos inhibitorios del cerebro".9
En otras palabras, al observar una escena urbana, el cerebro tiene que trabajar más duro para filtrar la información no esencial que al mirar un entorno natural. La explicación biofílica para este efecto plantea que el sistema neurológico de las personas evolucionó para responder a la geometría "fractal" de la naturaleza, las formas complejas que se repiten a diferentes escalas que se puede ver en copos de nieve, en las nervaduras de las hojas, las ramas de los árboles y los ríos. Nuestros cerebros responden a esas formas de la naturaleza como "fondo", mientras que las formas más simples, no escaladas y cubistas del entorno urbano se destacan y llaman nuestra atención. Esta es la base del efecto regenerativo de la naturaleza sobre nosotros a través de lo que el matemático Nikos Salingaros denomina "alimentación neurológica".10
Beneficios económicos y ecológicos
A medida que los investigadores publican más datos concretos y reales relacionados con el diseño basado en la naturaleza con ventajas como índices de recuperación más elevados, mayor rendimiento cognitivo y comprensión de aprendizaje mejorada, los beneficios económicos del diseño biofílico pueden cuantificarse más fácilmente. En una nota técnica integral sobre el asunto publicado en 2012, la empresa de consultoría del medio ambiente Terrapin Bright Green argumenta que "incorporar la naturaleza al entorno urbano no es una inversión lujosa, sino económica en función de la salud y la productividad, según evidencias neurológicas y fisiológicas bien documentadas".11
En un ejercicio donde se aplicaron algunos de los efectos demostrados sobre el diseño biofílico en la economía de la ciudad de Nueva York, los autores descubrieron que "crear entornos de trabajo biofílicos para muchos trabajadores de oficinas de la ciudad de Nueva York daría como resultado más de $470 millones en valor de productividad recuperados", a la vez que aseguraron que todos los estudiantes de las escuelas públicas de la ciudad tendrían suficiente luz natural", lo que permitiría volver a emplear $297 millones en dólares gastados por los contribuyentes y ahorrar $247,5 millones en pérdida de ingresos parentales a partir de días escolares perdidos".12
En su libro de 2012, Birthright: People and Nature in the Modern World (Derecho de nacimiento: Las personas y la naturaleza en el mundo moderno), Stephen Kellert habla sobre el impacto que tiene el diseño basado en la naturaleza sobre la moral y la motivación de los trabajadores. Pero la lamentable realidad, escribe, es que "el trabajador promedio de los Estados Unidos actualmente trabaja duro en un esquema sin ventanas... aislado de características y procesos naturales".
Estos esquemas de oficina son tan estériles que nos recuerdan a las jaulas áridas del zoológico de estilo antiguo, ahora irónicamente prohibidas como "inhumanas" para animales que no son humanos. No obstante, se espera que los trabajadores de oficinas modernas estén atentos, motivados y productivos en estos entornos poco interesantes y nada sensoriales.13
En una entrevista, Kellert advirtió que el diseño de bajo impacto tal como se ejemplificó en los estándares LEED no suele tratar adecuadamente "la necesidad humana de conectarse con la naturaleza y el lugar". Entregamos a las personas "una computadora con un lindo protector de pantalla y quizá un póster de una planta en una maceta", comentó al entrevistador, "y si algo es ahorrador de energía, lo denominamos «Oro»".14
Kellert defiende un nuevo estándar, que denomina "diseño medioambiental restaurador" que combina los indicadores LEED y los elementos biofílicos esenciales para lograr una "sustentabilidad verdadera y perdurable". Sostiene que no importa si un edificio es ahorrador de energía, "si es un lugar que no genera satisfacción, mejora la moral o motiva a las personas (y, de hecho, las aliena)... cuando la tecnología de vanguardia que hizo que sea ahorrador de energía ya deja de ser de vanguardia, y las personas no quieren estar allí, no mantendrán ese entorno". 15 Kellert admite que algunas veces los objetivos biofílicos entran en conflicto con el diseño ahorrador de energía, "pero no se puede tener todo, hay que saber elegir", dice. "Es más difícil, pero si deseas la sustentabilidad, debes considerar estos objetivos y combinarlos".16
Cada vez más, los profesionales del diseño preocupados por las prácticas de edificación sustentable promueven un proceso de diseño más integrador en el que las personas de diversas disciplinas colaboran para abordar las "interrelaciones de todos los sistemas técnicos y animados", tal como escribió la diseñadora Linda Sorrento en un artículo de 2012 del Journal of Interior Design. Al pasar de un punto de vista mecánico de "Sistemas técnicos de diseño convencional y ecológico/de alto rendimiento" a "sistemas animados basados en patrones de diseño restaurador y regenerativo", estos líderes en los campos de la arquitectura y el diseño de interiores consideran que pueden lograr "un tono de verde más profundo", con los entornos urbanos que requieren menos energía y fomentan "mayor compromiso, comprensión y capacidad por parte de las personas".17
Dónde comenzar
Hase dice que, en su experiencia, los diseñadores generalmente tienen buenos instintos cuando se trata de desarrollar entornos para interiores teniendo en cuenta la naturaleza. Sin embargo, también observa que gran parte de su capacitación no solo desestima estos instintos sino que busca activamente reemplazarlos con un enfoque sobre la eficacia en la planificación. "Necesitamos resaltar lo que es inherente a quienes somos, crear espacios que incorporen elementos del hábitat natural preferido", dice a los alumnos que toman su curso de educación continua AIA, "Lecciones de diseño a partir de la naturaleza".
"Es importante comprender que cuando una persona ingresa a un entorno urbano está más relacionada con el sentimiento que con el pensamiento. "El desafío es interpretar y aplicar las funciones de maneras creativas. Puede obtener el efecto de un elemento acuático sin agua real (y el olor del cloro y el moho). El subconsciente "verá" una superficie brillante, resplandeciente, azul y obtendrá la misma sensación que nuestros antepasados cuando podían ver la superficie brillante de un estanque o río fluyendo en la distancia".
Ofrece a los diseñadores y propietarios de edificios algunos conceptos clave para tener en cuenta al crear interiores biofílicos.
1. Perspectiva y refugio
Jay Appleton, geógrafo británico, teorizó que experimentamos entornos en términos estratégicos y territoriales que heredamos de nuestros antepasados cazadores/recolectores. Su análisis de las pinturas del entorno revelaron que las personas preferían aquellas que exhibían dos atributos clave: "perspectiva", vistas amplias, bien iluminadas, de largo alcance que permiten identificar posibles fuentes de alimento o predadores, y "refugio", áreas más pequeñas, más oscuras y más cerradas que ofrecen protección y ocultamiento.
"Los diseñadores de oficinas han luchado durante años para crear lugares que ofrezcan apertura y privacidad al mismo tiempo", dice Hase, "algo que la naturaleza ha estado haciendo permanentemente". Advierte que en los últimos años los entornos de trabajo se han vuelto mucho más abiertos en un esfuerzo por realzar las conexiones visuales y fomentar la colaboración. Esos lugares de trabajo brindan "mucha perspectiva" con planes de distribución que ofrecen múltiples vistas de la mayoría de las ubicaciones y múltiples maneras de desplazarse por el entorno. Pero Hase advierte que esto debe estar equilibrado con los espacios de tipo refugio que ofrecen privacidad y protección ante interrupciones.
"Es algo que puede lograrse con pantallas móviles, objetos colocados estratégicamente, o un poco de cobertura sobre la cabeza, como las cubiertas en una estación de trabajo Resolve", dice. "Pero es esencial brindar esa posibilidad si no deseas muchos introvertidos preocupados en el trabajo".
2. Patrones fractales
La evidencia indica que la construcción de geometrías irregulares, que ocurren virtualmente en cualquier parte de la naturaleza tienen un rol significativo que desempeñar al crear entornos que contribuyen al rendimiento humano y el bienestar. Tal como escribió Lance Hosey, director de sustentabilidad en la empresa de arquitectura RTKL y autor de The Shape of Green: Aesthetics, Ecology and Design (La forma ambiental: estética, ecología y diseño): "Respondemos tan claramente a este patrón que podemos reducir los niveles de estrés en un 60 por ciento, mientras esté en nuestro campo de visión".18
Hase sugiere la incorporación de formas fractales, especialmente aquellas que reflejan los patrones formados por las extremidades, ramas y ramitas de los árboles de acacia de la sabana africana, siempre que sea posible. Los diseños textiles, la arquitectura o los muebles detallados que repiten formas similares a diferentes escalas reflejan la cualidad de "diferencia dentro de la semejanza" de la naturaleza que los humanos encuentran estimulante y apacible a la vez.
3. Biodiversidad
"Si dejas que la naturaleza se exprese libremente, obtendrás diversidad", dice Hase. "Y las personas están más a gusto, más comprometidas, más vivas, en interiores que ofrecen variedad". Los entornos que brindan objetos interesantes y cambiantes, detalles arquitectónicos exclusivos y pantallas gráficas o de video para que las personas "descubran" a medida que se mueven por el lugar de trabajo puede brindar cualidades estimulantes de misterio y sorpresa que son parte del entorno natural.
Hase también señala que, en la naturaleza, los animales no pasan horas caminando de un lugar a otro, sino que deambulan por su hábitat y seleccionan diferentes esquemas para diferentes actividades. De hecho, hoy en día el trabajo humano está más basado en la actividad", dice. "Cuando llegas al trabajo, no siempre vas de un lugar a otro para hacer todo lo que necesitas. Cuando llegas a tu lugar de trabajo, miras a tu alrededor y observas cuál de los lugares disponibles te brindará las mejores condiciones para hacer el trabajo. Puede ser un café o una sala de proyectos o un lugar donde puedas conectar tu computadora portátil a una pantalla de gran tamaño para compartir contenido gráfico con un grupo de compañeros de trabajo. Pero necesitas tener opciones, tal como sucede en la naturaleza".
Cada año, nuevos descubrimientos en los campos de la neurociencia y la endocrinología agregan a nuestro conocimiento el rol que cumple la naturaleza en la fisiología humana y el bienestar. Tal como indica Lance Hosey, "Ya está en marcha una revolución en la ciencia del diseño, y la mayoría de las personas, incluidos los diseñadores, no son conscientes de ello".19
Por otro lado, Betty Hase señala que con un poco de conocimiento de quiénes somos y de dónde venimos, diseñar con la naturaleza en mente puede ser intuitivo. "Para crear un espacio en el que la gente desee permanecer, es necesario crear un entorno que tenga elementos del hábitat natural preferido. Cree un lugar de trabajo en el que las personas se sientan tan calmas y comprometidas como cuando están caminando por un adorable sendero forestal y obtendrá mejoras en su salud, moral y rendimiento".
Notas
1. Hase, Betty. Esta y todas las citas posteriores provienen de una entrevista personal realizada el 10 de diciembre de 2012.
2. Kellert, Stephen y E.O. Wilson. The Biophilia Hypothesis (La hipótesis de la biofilia), Island Press, 1993.
3. Largo-Wight, E. "Cultivating healthy places and communities: evidenced-based nature contact recommendations" (Cultivando lugares y comunidades saludables: recomendaciones de contacto con la naturaleza basadas en la evidencia), International Journal of Environmental Health Research, febrero de 2011.
4. Kaplan, R. y S. Kaplan The Experience of Nature: A Psychological Perspective (La experiencia de la naturaleza: Una perspectiva psicológica). Cambridge University Press, 1989.
5. Hase, Betty y Judith Heerwagen. "Building Biophilia: Connecting People to Nature in Building Design" (Construyendo biofilia: conectando a las personas con la naturaleza en el diseño de edificios), Environmental Design & Construction, 1 de marzo de 2001.
6. Berman, Marc, et al. "The Cognitive Benefits of Interacting with Nature" (Los beneficios cognitivos de interactuar con la naturaleza), Psychological Science, 2008.
7. Berto, R. et al. "An exploratory study of the effect of high and low fascination environments on attention fatigue" (Un estudio preliminar del efecto de los entornos de fascinación sobre la fatiga de la atención), Environmental Psychology, 2010.
8. van den Berg, A. y C. van den Berg. "A comparison of children with ADHD in a natural and built setting" (Comparación de niños con TDAH en un entorno natural y en un entorno urbano), Child Care Health Development, 2011.
9. Logan, A. y E. Selhub. "Vis Medicatrix naturae: does nature ‘minister to the mind?’" (Vis Medicatrix naturae: ¿La naturaleza se ocupa de la mente?) Biophyschosocial Medicine, 2012.
10. Salingaros, Nikos. "Neuroscience, the Natural Environment, and Building Design" (Neurociencia, el entorno natural y el diseño de edificios) en Biophilic Design, Kellert et al, ed., 2008.
11. Terrapin Bright Green, LLC. "The Economics of Biophilia: Why Designing with Nature in Mind Makes Financial Sense" (La economía de la biofilia: ¿Por qué diseñar pensando en la naturaleza tiene una repercusión financiera?), 2012.
13. Kellert, Stephen. Birthright: People and Nature in the Modern World (Derecho de nacimiento: Las personas y la naturaleza en el mundo moderno). Yale University Press, 2012
14. Ruiz, Fernando. "Biophilia Becomes a Design Standard" (La biofilia se convierte en un estándar de diseño, revista EcoHome, 26 de julio de 2012.
15. Cooper, Arnie. "The Nature of Design" (La naturaleza del diseño), revista Pacific Standard, 14 de julio de 2008.
16. Ruiz, Fernando. "Biophilia Becomes a Design Standard" (La biofilia se convierte en un estándar de diseño, revista EcoHome, 26 de julio de 2012.
17. Sorrento, Linda. "A Natural Balance: Interior Design, Humans, and Sustainability" (El equilibrio natural: diseño de interiores, personas y sustentabilidad), Journal of Interior Design, 2012.
18. Hosey, Lance. "Why We Love Beautiful Things" (¿Por qué amamos las cosas hermosas?), The New York Times, 17 de febrero de 2013.