¿Una silla realmente le permitiría trabajar mejor? Esa fue la pregunta que planteó Herman Miller cuando recurrió a Texas A&M Ergonomics Center para que colaborara con nosotros en una investigación revolucionaria que examinó los efectos que tiene una silla cómoda en el rendimiento cognitivo. Por lo general, cuando pensamos en ergonomía, pensamos en los aspectos físicos de cómo una silla interactúa con la persona que se sienta en ella. Pero en este experimento, la ergonomía cognitiva se convirtió en nuestro enfoque, evaluando la memoria, la atención y la flexibilidad cognitiva (la capacidad del cerebro para transicionar fácilmente entre las ideas o las tareas): esencialmente, cómo una persona puede pensar sentado en una silla versus a otra.
El experimento
Conjuntamente con el Texas A&M Ergonomics Center, nuestros investigadores usaron evaluaciones neurocognitivas, pruebas que se centran en la productividad y el conocimiento, para examinar la capacidad para pensar que tienen los participantes mientras están sentados en tres diferentes sillas de oficina:
- No ajustable
- Altamente ajustable
- Ajustable automáticamente (Silla Cosm con respaldo alto de Herman Miller)
Los participantes usaron monitores cardíacos, que medían la tasa de variabilidad del ritmo cardíaco (VRC), y un dispositivo fNIRS, que medía el flujo sanguíneo en el lóbulo frontal del cerebro, donde se desarrolla la creatividad y la toma de decisiones. Ellos realizaron tareas que se basaban en la memoria a corto plazo, la capacidad para relajarse cuando cambian las condiciones y la flexibilidad cognitiva, que resulta útil cuando es necesario tomar un descanso de un informe de gastos para responder un correo importante y luego volver a los recibos de gastos.
Prueba de cambio de criterio
Objetivo: Evaluar la flexibilidad cognitiva, o cómo el cerebro realiza la transición entre pensar sobre un tema a otro (está asociado con la creatividad)
Cómo funciona: Observar una forma más grande (círculo o rectángulo) que puede estar coloreada (en rojo o azul) y hacer coincidir la forma o el color.
Los resultados
La investigación demostró que, al realizar trabajo individual, los participantes tuvieron una tasa de VRC estadísticamente más baja mientras estuvieron sentados en una silla ajustable automáticamente —Cosm— en siete de las nueve pruebas. La tasa de VRC más baja indica que los participantes experimentaron menos estrés y, por lo tanto, se sintieron más relajados cuando se sentaron en la silla Cosm de respaldo alto en comparación con las sillas altamente ajustables y las sillas no ajustables.
Además, la prueba cognitiva de cambio de criterio demostró que las personas tomaban decisiones más rápidamente, sin perder la precisión, mientras estaban sentadas en la silla Cosm, en comparación con las otras sillas del experimento. Además, los resultados de la tarea de Flanker demostraron que la eficiencia neural aumentó con el paso del tiempo en las personas que se sentaban en la silla Cosm.
¿Qué significa?
Los resultados tienen implicaciones importantes para el trabajo, dado que una tasa de VRC más baja es mejor para la memoria a corto plazo, la flexibilidad cognitiva y la capacidad para mantenerse concentrado a pesar de las molestas distracciones en la oficina, que son inevitables en el mundo del trabajo colaborativo de hoy. De hecho, los investigadores descubrieron que, con el paso del tiempo, los participantes tuvieron un mejor desempeño (es decir, mayor rapidez, eficiencia y precisión) en tareas que requerían creatividad cuando estuvieron sentados en la silla Cosm de respaldo alto en comparación con las otras dos sillas.
Conclusión
Cosm es la única silla que permite reducir la carga cognitiva, lo que les otorga a las personas una mayor capacidad mental para hacer su trabajo, y que fluyan las ideas creativas. Eso es bueno para las personas, que desean cumplir con todas las tareas pendientes y no sufrir estrés, y para las organizaciones, que, sin lugar a dudas, desean lo mismo. Lo mejor de Cosm es que permite que las personas se enfoquen en su trabajo, no en las sillas.