Dando a las personas libertad de movimiento
Las personas se sientan sobre diseños de Brian Kane desde hace años. Niños y adultos se sientan en sus increíbles sillas de caucho, que ya son parte de la colección permanente del MoMA de San Francisco. Kane también es muy famoso por su trabajo como diseñador de piezas públicas; sus cómodos bancos y elegantes estaciones para bicicletas se esparcen por las veredas de Nueva York y San Francisco. En estos objetos, al igual que en todos sus diseños, Kane se esfuerza por lograr lo que denomina "Arte a través de la tecnología. Siempre intento explorar los materiales y procesos existentes, y usarlos en formas novedosas para aportar un elemento de detalle único".
La incursión de Kane en el mundo del diseño industrial fue de la mano de un orientador vocacional de la escuela secundaria. "Señaló a su silla para oficinas, su teléfono, el reloj, y dijo ‘Todos estos objetos fueron diseñados por una persona’", recuerda Kane.
Luego de graduarse en la Universidad de Bridgeport de Connecticut, pasó un año en Nueva York diseñando electrodomésticos. Luego se dirigió con su esposa a Milán, Italia, donde literalmente estuvo golpeando puertas. Una se abrió, la puerta del arquitecto Silvio Coppola, y fue el hecho que cambió su vida. "Ver su pasión por el diseño fue realmente muy llamativo para mí", dice Kane, quien decidió que iba a dedicarse al diseño de muebles.
Cuando le pedimos que diseñara una silla lounge para nosotros, Kane dijo que no tenía intenciones de crear una silla lounge más. En cambio, "Quería crear una silla lounge versátil y fluida, y una solución de mesa y asientos que facilitara el movimiento y la creación de espacios adaptables a las necesidades de los usuarios". Encaró la tarea con una sola idea básica: "Con las sillas lounge tradicionales, las personas están atrapadas", dice. "Swoop otorga la libertad necesaria para moverse".
En 1989, Kane creó el Kane Design Studio, donde continúa centrándose en lo que más disfruta: la sillería. "Todo se trata de la comodidad y la innovación", dice. Sus diseños ganaron más de 80 premios y se exhibieron en numerosos museos, pero dice que lo que lo llena de orgullo es que sus diseños estén junto a los de Charles Eames y George Nelson en las colecciones mundiales de Herman Miller. "Para mí, no se puede pedir más".