Brian Alexander cuenta que ha estado pensando en una mejor manera para distribuir energía eléctrica en oficinas abiertas desde principios de los noventa. Fue entonces cuando notó que los espacios de trabajo estaban empezando a cambiar de distintas maneras: las personas empezaban a tener mayor movilidad, y las organizaciones estaban reemplazando los sistemas de cubículos y paredes interiores por conjuntos de mobiliario independientes que permitían movimiento a lo largo del día. “Con paneles y paredes, había un sistema natural para la distribución de energía eléctrica”, afirma. “[Sin eso], enchufas y te detienes ante la primera isla de mobiliarios”.
Las oficinas abiertas no contaban con la infraestructura necesaria para brindar energía a las islas de mobiliario, y las construcciones de planificación a base de cuadrículas, como los surcos para cables, limitaban desde y hasta dónde podían llegar los cables de energía y datos. “Los surcos siempre iban de la mano de la cuadrícula del edificio”, explica. Lo que dificultaba aún más el tema es que las personas que trabajan en oficinas esperaban que la energía y los datos llegaran dónde y cuándo los necesitaban. Pero, tal como nota Alexander, “La electricidad no llega como el Wi-Fi. Si intentáramos transmitir energía eléctrica a través del aire, nos cocinaríamos; eso es lo que conocemos como microondas”.
Entonces, tuvo la mejor de las ideas: un sistema que libera a electricidad de la cuadrícula tradicional, conectando islas de mobiliario a fuentes de electricidad y datos directa y eficientemente, sin importar dónde se encuentren. Cuando empezó con los prototipos, se imaginaba “un tipo de estructura orgánica, donde algo crece hasta alcanzar un punto, se detiene y las ramas se dirigen en otra dirección, sintropezar consigo misma”. Y al trabajar en Logic Reach, tuvo en cuenta la antigua regla de su abuelo. “Al abrir una de estas cosas, comenzará a desplegarse y abrirse más hasta alcanzar una yarda sobre estas bisagras de metal”. Y pensó: “eso es exactamente en lo que estoy trabajando”. El resultado, Logic Reach, se siente natural e inevitable: un sistema de distribución de energía y datos intuitivo, que se ramifica y finalmente conecta los puntos de la oficina abierta.