“Desde que era muy pequeño, siempre me han interesado los objetos”, dijo Andreas Engesvik. Después de estudiar historia del arte en la Universidad de Bergen en Noruega, continuó con sus estudios y completó una maestría en diseño en el National College of Art and Design. Desde ese momento, comenzó su carrera como uno de los principales diseñadores de muebles, objetos, accesorios y muchos elementos más, de Noruega e incluso de Escandinavia.
En el año 2000, Engesvik cofundó Norway Says, el estudio reconocido internacionalmente que ayudó a llevar el diseño noruego a la escena mundial en unos tiempos en el que el diseño escandinavo se reconocía por su pasado icónico. “En ese entonces, la perspectiva del diseño en Noruega era muy limitada y local”, recordó Engesvik, y “cuando fuimos por primera vez a Milán con un grupo de diseñadores noruegos, quería anticipar que no estábamos avergonzados de ser noruegos o de ser parte de la historia del diseño escandinavo”.
“Los buenos productos son productos responsables que están disponibles y son accesibles para las personas”.
—Andreas Engesvik
Actualmente, el estudio de Engesvik, Andreas Engesvik, en Oslo, trabaja con clientes internacionales como littala, Fogia y HAY, para crear diseños responsables, duraderos y accesibles. “Los buenos productos son productos responsables que están disponibles y son accesibles para las personas”, explicó. Desde vajillas hasta muebles y diseño industrial, su trabajo evoca el minimalismo escandinavo, pero propone un carácter que Engesvik describió como excepcionalmente noruego: “un poco más libre y un poco más poético si se compara con nuestros vecinos suecos o daneses”. La silla Portrait de Engesvik, ganadora de la competencia de sillas nuevas del Norway’s National Museum, es su primer diseño fabricado y distribuido por Herman Miller.