Cuando le pidieron a Ayse Birsel que diseñara el interior de un auto conceptual para el fabricante de automóviles francés Renault en 2002, Ayse solicitó que la empresa le propiciara un mentor. El designado fue Bibi Seck y le dijeron, “Lo vas a amar”. Por supuesto, a Seck le dijeron lo mismo sobre Birsel: “La vas a amar”.
“Y así fue”, dijo Birsel. “Nos conocimos, comenzamos a trabajar juntos, nos enamoramos”. Seck se mudó de París a Nueva York, donde se convirtieron en socios “de vida y de trabajo”. Juntos formaron su estudio de diseño e innovación, Birsel + Seck, rápidamente desarrollaron una sólida lista de clientes, y tuvieron su “mejor producto”: sus hijos.
En el currículo de Birsel + Seck se encuentran empresas como Amazon, GE, Herman Miller, Staples y Toyota, e incluye trabajo de diseño social para llevar el valor económico del diseño a Senegal y otras partes de África. A pesar de la diversidad de su cartera de productos, Birsel señala que “Siempre trabajamos pensando en el usuario final”. La pareja usa su proceso creativo exclusivo, Deconstrucción:Reconstrucción, o DE:RE, para codiseñar con sus clientes a fin de “romper preconceptos, cambiar el punto de vista, y resolver para crear un nuevo valor dentro de las restricciones existentes”.
Como socios, la pareja con sede en Nueva York habitualmente colabora con la fase de creación de ideas; la parte más lógica de Birsel se conecta con el costado soñador de Seck, quien bromea diciendo que “si lo dejan solo, creará una silla voladora”. Dicho esto, si bien Birsel adopta una mano más dura en el desarrollo conceptual, comenta que “Bibi tiene una verdadera experiencia profesional en cómo se realizan las cosas y verá diseños a través de procesos de ingeniería, desarrollo y producción”. Fue así como diseñaron su último proyecto para Herman Miller: Overlay, un sistema de paredes independientes y móviles, diseñado para transformar la oficina abierta.
Ese proyecto se inspiró en una cadena de dicotomías en cuanto a las adaptaciones —desordenado pero limpio, solo y en equipo a la vez, simple pero flexible— ya que la resolución de las dicotomías da forma al punto de vista del dúo, tanto en el diseño como en la vida. La educación senegalesa de Seck y la formación turca de Birsel los hace sentir como si fueran locales, pero a la vez extranjeros, con un ADN de diseño que está definido por la búsqueda de un punto óptimo intermedio. También fueron justo lo que buscaba Herman Miller. “Herman Miller utiliza estudios de diseño externos y eso le permite reunir culturas y perspectivas distintas, algo que realmente va de la mano con nuestra experiencia”, dice Birsel.