Diseño de George Nelson
Lámpara colgante Nelson Propeller Bubble
Elemental como la luz
La lámpara colgante Nelson Propeller Bubble tiene una presencia llamativa debido a las hendiduras angulares de su subestructura. Esta luz colgante escultórica viene con una placa para cielorraso y un cable de 1,80 m para fijarla al techo. Nelson diseñó las lámparas Bubble en 1952, cuando se topó con una lámpara colgante sueca y quiso una para su oficina. "Un día, Bonniers, una tienda de importación sueca en Nueva York, anunció una venta de esas lámparas. Nos precipitamos con uno de los muchachos de la oficina y encontramos un ejemplar estropeado con marcas dejadas por el pulgar y el precio era de $125", escribió Nelson. El precio excesivo de la etiqueta, para esa época, impulsó a Nelson a crear su propio diseño.