Diseño de George Nelson
Lámparas Nelson Bubble
La familia completa
En una diversidad de luces de variadas siluetas esféricas, las Lámparas Nelson Bubble aportan un toque de suavidad y luminosidad a los interiores. Estos elegantes accesorios, diseñados por George Nelson en 1952, poseen una robusta y liviana estructura de acero, pero tienen una delicada calidad flotante, ya sea como colgantes desde el techo o en sus variedades de pie, de mesa o montadas sobre la pared.
Nelson se inspiró en un conjunto de lámparas colgantes suecas cubiertas de seda que quería adquirir para su oficina, pero el precio le resultó prohibitivo. Como diseñador ingenioso y ocurrente, creó el primer conjunto de Lámparas Nelson Bubble con un rociador de plástico blanco y traslúcido, una técnica desarrollada por el ejército estadounidense en ese entonces. Nelson se inspiró en las formas elementales y orgánicas para crear variaciones como el colgante Apple Bubble, el candelabro de pared Pear, la lámpara para mesa Lotus y la lámpara colgante Saucer, entre otras.
Una historia de ingenio
George Nelson, influyente diseñador del modernismo a mediados de siglo en los Estados Unidos, descubrió un conjunto de lámparas colgantes suecas y se enamoró de toda su estética moderna, excepto por su disparatado precio. “El diseño sueco estaba hecho de una cobertura de seda que era muy difícil de confeccionar; tenían que cortar gajos y coserlos sobre una estructura de alambre. Y yo quería mucho tener una”, escribió Nelson en su libro, On Design, publicado en 1979.
Resonancias de resina
Una referencia aparentemente sin relación lo guió hasta una idea intuitiva. “Se trataba de una imagen del New York Times de unas semanas atrás, que mostraba buques Liberty enviados a la reserva, con las cubiertas tapadas con una red y luego con un rociado de plástico que se auto enredaba”, recordaba. Nelson buscó al fabricante de este plástico de resina y empleó este material para la creación de las lámparas de burbujas.
Una piel luminosa
El primer prototipo de la lámpara se fabricó en cuestión de dos días. Nelson creó una estructura esférica con anillos perforados en los cuales se insertaban cables de acero, una construcción que conservaba su forma en tensión, requería un mínimo de herramientas y no tenía costo de soldadura. Luego se rociaba con un esmalte de resina para formar una red de fibra, y se aplicaba un revestimiento final de plástico, lo cual creaba una piel lisa y traslúcida. Y fue así que Nelson incorporó las instalaciones de lámparas a su creciente cartera de trabajos y presentó bellos accesorios de iluminación atemporales para el consumidor a un módico precio.